Cada día, cada oportunidad, sin apuros, si es mi destino se dará.

Mi primer día de escuela... iba en el tren camino a unas cuadras de la escuela, era primera vez que venia a esta, otro estado mas, otro casillero, nueva contraseña, y como tradición mi cambio esta vez fue mi cabello negro totalmente teñido esta vez largo y así podría ocultar todo lo que había dejado atrás...
A mis ojos le llamaron la atención ese chico, su guitarra, su perdida mirada en su cuaderno escribiendo pasando el tiempo, pero para el no parecía un pasatiempo sino como una adicción  como una inspiración de 5 minutos que tiene que aprovechar. Se abren las puertas, mi mirada lo llamo pero la quito a tiempo para salir y pensar que no lo vería mas...
10 minutos perdida en la música de mi celular los audífonos los edificios mirando a las personas perdidas en sus mundos cada uno. De donde he venido son lugares pequeños, esto es un gran cambio y una gran oportunidad para seguir estudiando a las personas y sus actitudes y así como sus miradas están perdidas, yo estoy perdidas en la de ellos.
Llego a la escuela, un nuevo año, nuevos amigos me imagino, quizás solo una como la vez pasada. La charla de bienvenida y mirando a todos como solía hacerlo me percato que el esta ahí y su guitarra también  no sabia que amaba mas su Framus o su t-shirt exclusiva de la banda clásica que había ganado el premio a mejor canción rock.
Su cabeza da la vuelta y de nuevo quito mi mirada algo fuerte, debe ser, y de re ojo lo veo, como busca esa mirada penetrante que admiraba su t-shirt.
Nos asignan las clases los grupos y en mi clase de literatura me percato que nadie se sienta al frente mio, pero alguien llega tarde y con su t-shirt lo identifique, el único puesto el que estaba al frente mio, se sienta se presenta el profesor y se que algún día terminaremos hablando y lo podre conocer por mi intriga mi necesidad de querer conocerlo mas de lo que en su mirada perdida viaja, y en lo que su música expresa, así que llegara el día y tengo todo un año escolar no me apuro a hechos, se que mi instinto humano y mi mirada penetrante harán todo el trabajo, ademas, tenia que pensar, tenia que ubicarme en mi nuevo cuarto y poder hacer que me sintiera en mi espacio, así que había mucho que hacer ademas de entablar una conversación con el muchacho de la guitarra que viajaba en el mismo tren que yo...
El día termina, me siento a cenar con mi madre y le cuento sobre la escuela, los profesores, los carteles que vi, las películas que están dando por los cines, el paseo que di mientras mi mirada viajaba por los rascacielos, pero en el instante que le contaba a mi madre todo esto mi cabeza recordó al muchacho del tren sin embargo no lo comente.
Amanece, otro dia mas, la cuenta regresiva comienza y en esa cuenta regresiva solo pensaba que día le hablare por primera vez, pero cada día es un nuevo comienzo,una nueva oportunidad.