Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mi… De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas, yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti… Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos, porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya.