Soy de las que piensan que si de verdad has querido a alguien no puedes olvidarle, por mucho que lo niegues, por mucho que te lo jures, por mucho que digas nunca más. Aunque quieras alejarte lo más posible, no se puede olvidar. Por mucho daño que te haya hecho, seguro que en cuanto le recuerdes, por algún extraño motivo te va a a salir una estúpida sonrisa en la cara. Las heridas se cierran, pero las cicatrices, no se borran. Tal vez no hayas podido vivir con el, pero tampoco sabrás como sobrevivir sin él. Eso es amar. Amar es perder algo y no dejar de añorarlo aunque no este en tu vida, aunque ya no forme parte de ti.