Ahora, se dice “te quiero” como quien dice “hola”. Los besos se regalan, y los calentones en cualquier parque a cualquier hora de la tarde son rutina. Si eso les llena… vale, pero eso no es para mí. Porque, cuando digo “te quiero”, es porque te quiero, de verdad, sin contratos, sin papeles, sin interés, y con todas las consecuencias que conlleva hacerlo.