minutos antes de nuestra despedida

Promesas... de que sirve si las dices y no sabes si las cumplirás. 
Creo que el haber dudado de tus palabras no fue mas que la esperanza, porque no debí de haberles creído.

Puede que llore y te seguiré llorando, pero estoy dispuesta a separarme de ti y alegrarme por el progreso de los sueños de cada uno.

Sé que no te quedaras tranquilo, que volverás, ahora más que se acerca aquella fecha especial, pero tengo bien claras las palabras que te dije esa noche y las que te diré luego. Lo que me da miedo es no saber lo que tu me dirás, si me convencerás y como terminaré de reaccionar.

Parte del cual me quiero apartar de ti ahora es para seguirte queriendo, para tener la posibilidad de vernos dentro de unos años y podernos sonreír y contar nuestras experiencias.

Recuerdo esa mañana que estuve con él, o noche por como las cortinas no dejaban entrar la luz al cuarto. Solo necesitaba compañía. Pero, cuando pienso en ello, pienso que me hubiera agradado que fuera tu compañía, porque tu me entiendes, nuestro silencio exclama el sentimiento mutuo de comprensión y promesa de unidad, aunque no nos viéramos a menudo. Pero has roto esa promesa al marcharte, y me has dejado en el cuarto, sola, llorando, con la película en pausa, teniendo en mis recuerdos todas tus palabras y sintiéndome como una idiota.

Para no dañar la promesa y no dañar nuestra unión yo también me marcharé, para poder luego vernos y poder seguir viéndonos como los amigos que eramos y somos.

pp.