Esa persona que te advirtió que la vida había que aprender a aceptarla tal y como venía, que quién se enamoró de ti una vez, volverá a hacerlo. También a aquella que dijo que quizás nunca lleguemos a entender lo que hemos vivido o quizás nos haya faltado tiempo para entenderlo, a quién afirma continuamente que el amor nos hace humanos. A quién te repitió una y mil veces que no la dejarás ir, que tenerla era lo mejor que te pasaría. La que te mencionaba que por cada virtud tenías mil defectos y que el amor va más allá del orgullo. La persona que opinaba que la vida es mucho más sencilla de lo que muchos de nosotros creemos, la que aseguraba sin duda que segundas partes no eran buenas y tenía razón. Esa persona que eres tú, o que realmente somos nosotros, a la que nunca le hiciste caso.