Meses en el mismo lugar, pero no con las mismas situaciones. Tenia los ojos vendados, pero hoy al descubierto han quedado. Ya no hay nada que pueda disimular; el miedo y el enfrentamiento quedan en el aire. Estoy esperando el momento en que se acabe esto, en que otro cambio llegue a mi vida, en que me tenga que enfrentar a otros, en que mirare a otros con los mismos ojos que los he visto o diferentes por todo lo que he aprendido.
Es imposible que los pueda ver igual, porque ya nada lo es, incluyendo mis sentimientos en este causal.