Ella está presente para todos, pero nadie está presente para ella.
Y se que vuelve a mi... lo sé porque lo siento. Siento esa sed que me dan los pensamientos. Esas ganas de comentarlos, pero no en voz alta. Esas imágenes, varias imágenes, que surgen en mi cabeza trayendo mas pensamientos que nunca concluyo... y siento que vuelve. Es escalofriante, es frenético, pero satisfactorio. Extreñé este sentimiento, este placer.
Pero... vuelve... vuelve a irse gracias a aquella voz, a ese sonido innecesario que dan a mi alrededor y la música sigue tratando devolverme aquella sensación que ya no logro obtener cada vez que quisiera, como antes.
Esta no es la persona que conozco... no logro descifrar quien es, pero poco a poco hace que la otra se vaya extinguiendo dejando que no tenga ya nada que le importe... porque si antes no le importaban aquellas cosas, cuando esta la sustituye le quite las cosas que le importaba.
Cada quien en su Marte y yo en Júpiter
Todos miran por su propios pensamientos y yo miro por el de los demás.
Que aflicción tengo por el análisis de las personas. No es que me afecte lo que piensen, solo me interesa. Me llama la atencion sus reacciones, ver como le toman tanta importancia a cosas tan mínimas como si el día aun así no acabará y empezará otro... simplemente todos intentan sobrevivir en su propio mundo y yo veo como ellos sobreviven a su estilo en ellos.